Cannibal Tours (1988)
Dennis O’Rourke
Australia
Un ejercicio que busca ubicar la posición del hombre moderno. Un hombre que tiene la facilidad de amanecer en un distinto continente y que vive en un constante ambiente de intercambios. O’Rourke es muy atinado en la elección del lugar y de la situación para partir a un discurso y logra a través de un humor peculiar, reflejar la ridícula posición del turista.
El turista contemporáneo no es entonces más que un coleccionista de experiencias y recuerdos. La tecnología es la principal promotora de esta evolución del hombre, los vuelos transatlánticos e incluso los cruceros de lujo permiten a un hombre estar en siete distintos lugares en la misma semana. Los viajes entonces se convierten más en un lujo que en una necesidad (aunque no dejan de existir los viajes necesarios). Y lo que en un principio se puede considerar como un estudio antropológico y cultural, se convierte en un fuerte intercambio de ideas y costumbres en donde siempre termina imponiéndose una sobre la otra. Es casi como si el hombre moderno del primer mundo quisiera viajar para comprobar su supremacía y fortuna sobre el resto de los habitantes del planeta. De esta misma manera, los conceptos occidentales y capitalistas son los únicos que generan la idea de pobreza, porque ningún hombre es pobre hasta que llega alguien más afortunado y se lo muestra.
Cerca del minuto cuarenta, hay una secuencia que me gusta mucho. Los turistas con vestimenta a la moda cruzan el río en una lancha deportiva. El conductor es un hombre negro que viste el mismo tipo de ropa que los demás. Se puede ver la influencia de ideas y tendencias. Me pregunto: ¿Qué tanto afecta la presencia ajena para definir tu espacio y tus costumbres? Por un lado, el indígena sabe que no es lo mismo estar en su aldea con los suyos que estar manejando la lancha de los blancos, la intrusión es mayor y su capacidad de mímesis es lo único que le permite ganar dinero. Por el otro lado, el dinero que gana es gastado en necesidades que antes de que llegaran los blancos no tenía como en la ropa, accesorios y probablemente hasta en las experiencias. De esta manera, en Papúa Nueva Guinea y como pasó como con la mayoría de colonias a lo largo del planeta, la idea que prevaleció fue la del capitalismo.
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