Les Maîtres Fous (1955)
Jean Rouch
Francia
A través de un ritual Hauka, Rouch hace una crítica y toma la visión que es generalmente la olvidada: la visión de los vencidos o de los oprimidos. Es difícil ponerse en el lugar de un habitante de una población ajena y comprender qué pasa por su cabeza. En esos huecos donde la antropología falla porque no puede alcanzar a trasmitir un estado emocional o psicológico del otro (dado que su base de estudio es un pensamiento fundamentado en universidades y países “avanzados”), Rouch toma la cámara y en media hora logra acercarnos de una manera exitosa a los zapatos del otro. Utilizando la imagen y el sonido, Jean seduce e hipnotiza al espectador que cruzará por distintos estados emocionales a lo largo de este viaje reflexivo.
Así logra que después de unos minutos, en una gran secuencia de montaje paralelo, el espectador vea lo ridículo que se puede llegar a ser un extranjero ante los ojos de otros. Generalmente nuestras ideas y pensamientos son más similares a las del extranjero, pensar que lo que hacemos en casa tiene más lógica que lo que hacen en otros lados simplemente porque nosotros llevamos haciéndolo toda la vida. Olvidamos que el mundo no gira alrededor de Europa y EUA. Dejar de ver al indígena como un mero instrumento de estudio como se estudian a los dinosaurios, a los delfines y a los planetas y comenzar a verlos como personas racionales con emociones y sentimientos como los que los estudian. Los Haukas encuentran entonces en su ritual una suerte de renovación psicológica a través de la ridiculización de las jerarquías gobernantes.
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