The Atomic Cafe (1982)
Jayne Loader/Kevin Rafferty/Pierce Rafferty
Estados Unidos
Gran compilación de material de stock que representa con un humor negro las creencias y el mundo norteamericano después de las bombas de Hiroshima y Nagasaki. Es también una reflexión al papel que ha jugado el cine en la formación de ideas sobre el tema. La ignorancia y el control de la información han permitido que nuestras ideas sean fácilmente tumbadas y reconstruidas por otras simplemente porque la pantalla nos lo dice. Es claro que en la actualidad existe de cierta manera un mayor acceso a la información que puede permitirnos crear un mejor juicio sobre la veracidad de los datos, pero a mediados del siglo pasado no existían las herramientas ni la globalización que actualmente nos permite dicho conocimiento.
A lo largo de esta compilación es imposible evitar reírse y sorprenderse ante la ingenuidad que se presentaba por parte de los informantes, y sobre todo la ingenuidad de la gente que realmente se cree todo lo que les dicen. La bomba atómica entonces constituyó una gran arma no de destrucción sino de control de masas a través del temor y la conciencia de tenerla. El mundo entero vivió pensando realmente en que cualquier error podía detonar la atomic bomb sobre sus casas. También hay que pensar que en esos años debe de haber existido una gran conciencia de culpa en el pueblo norteamericano, aunque no la demostraran. Pero es culpa no está fundamentada precisamente en lo hecho sino en la posibilidad de lo que les pueden hacer. Es entonces obvio y comprensible que la población de Estados Unidos viviera al borde de la paranoia y la duda ante infiltrados y posibles retaliaciones provenientes de algún poder comunista.
Me parecieron realmente sorprendentes los distintos filmes militares que supuestamente informan y entrenan. Es claro que ni siquiera ellos conocían los efectos de lo que estaban haciendo, presentando incluso efectos inmediatos únicamente claramente con desconocimiento de las consecuencias a largo plazo y que hoy en día siguen afectando a recién nacidos.